En una declaración de intenciones lo complicado radica en no caer en lugares comunes, obvios.
Mi deseo es convertir este proyecto educativo en un espacio de diálogo, trabajo, experimentación. Hacer del error una celebración y una buena plataforma de partida para eliminar el fantasma de la falta de deseo. Celebrar el esfuerzo, el acto de observar, intentar y producir de manera cotidiana convirtiéndolo en un hábito feliz y responsable.Para ello no recurro a un espacio neutro, sino a mi propio hábitat, compartiendo mi experiencia en el acto de construir imágenes, mis conocimientos en el manejo de herramientas, mis especulaciones profesionales y mi respeto por los caminos ajenos.
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